martes, 30 de septiembre de 2008

Bodegas Castaño Monastrell Hécula 2004

Casi bajo los mismos principios que marcan al término en el mundo canino, el pedigrí es importante para los vinos. ¿Cómo se expresa? Pues con las puntuaciones que han venido obteniendo, en particular si se trata de un mismo crítico o publicación.

Bodegas Castaño, con orgullo, presenta este Hécula, uno de los vinos que produce en Murcia, que ha cautivado a Robert Parker quien, durante los últimos años, le ha otorgado al menos 90 de sus preciados puntos, demostrando una consistencia poco frecuente para un vino y para los juicios del norteamericano.

Sin ánimo de entrar en polémicas, queremos decir que no se trata de nuestro tipo de vino. Sin duda alguna es un vino sobre el promedio por bastante, con un hermoso color que ya le habíamos notado en Expo Vinos Panamá 2008, un rojo con reflejos ladrillo, muy curioso, que tiene poco que ver con la oferta de vinos a la que estamos habituados.

En nariz comienza nuestra desazón: se siente la fruta pero como lejana, apagada -¿higos?- y, de repente, aparecen ciertas vaharadas de madera, de los seis meses que este caldo lleva en su proceso de añejamiento, que constituye una cierta complejidad no del todo integrada.

En boca es, sin duda alguna, jugoso, no es de fácil descripción, buena concentración, aparece la fruta, notas minerales, algo como de tierra. Es extraño pero es agradable. Repetimos: tal vez teníamos otra expectativa, tal vez limitados a las experiencias de los Rioja o Ribera del Duero como el Monte Castrillo.

Su final es más o menos prolongado y agradable, y por 11 dólares un vino que puede ampliar los horizontes de paladar.

50 puntos base

5 color y apariencia general

14 aroma y bouquet

14 sabor y final

5 Calidad general

Total: 88 puntos

domingo, 28 de septiembre de 2008

Un comentario de Sumito Estévez sobre los vinos del Nuevo Mundo

Agradecemos a nuestra amiga Margaret López quien nos refirió este nota. La fotografía de Sumito Estévez es tomada del blog de Alberto Fariñez.

"La existencia del vino es tan antigua que su origen histórico lleva inevitablemente a comienzos cargados de brumas bíblicas y mitológicas. No existen dudas es a la hora de colocar al imperio romano como el gran protagonista de la expansión de su consumo; por lo tanto, hablar de una historia moderna del vino igualmente nos lleva a la asombrosa cifra de dos milenios.

Fueron los herederos europeos de la tradición romana (España, Portugal, Italia y Francia principalmente) quienes habrían de introducir sus tradiciones enológicas en nuestro continente, una vez detectadas tierras y climas aptos para la siembra de la vid. Es así como desde el siglo XVI puede hablarse de producción sostenida de vinos americanos. Vinos que en estos cinco siglos han ido encontrando su camino, una vez que la infalible prueba del éxito-error ha determinado cuáles cepas y cuáles tierras son las más idóneas para su producción en nuestro continente.

Ante el peso de una historia que se remonta a Noé, es natural que todo vino producido en nuestras tierras sea conocido como del Nuevo Mundo, honor compartido con California, Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica. Los vinos de nuestro continente están naciendo en el contexto histórico, pero su irrupción viene cargada de una potencia y un desenfado adolescentes que claramente están cambiando la industria del vino a nivel mundial.

Los vinos tradicionales de Europa han construido su prestigio sobre el concepto de terroir y, por lo tanto, la denominación de su origen es fundamental. Por el contrario, los vinos del Nuevo Mundo, como bien escribe el enólogo venezolano Vladimir Viloria en la Guía del vino 2008, "centran su propuesta en la búsqueda de la mejor fruta posible".

Las consecuencias de esta afirmación han sido tremendas, al punto que hoy en día es natural nombrar a los vinos de acuerdo con el tipo de uva (llamados "varietales"). Para que se entienda, con ello queremos decir que anteriormente lo usual era entender que la palabra "chateau", por ejemplo, implicaba automáticamente que el vino con esa etiqueta era de una zona específica de Francia llamada Burdeos y sólo se hacía con uvas establecidas por un código de clasificación inviolable (eso es terroir).

Hoy, por el contrario, es posible también decir que un vino de Chile o Argentina es un Carmenere o un Malbec (eso es hablar de varietal), refiriéndonos así al tipo de uva usada. Inicialmente los vinos del Nuevo Mundo se hicieron calcando las técnicas tradicionales depuradas por milenios en Europa. La consecuencia de ello: vinos que se adjetivizaban como decentes, para no ser duros con estos.

Una vez que la industria vitivinícola del Nuevo Mundo se abocó a la búsqueda de un lenguaje propio, con enólogos que crean vinos pensados en la cultura gastronómica local, cepas únicas ideales para nuestros climas, referencias de catas basadas en nuestros recuerdos olfativos de infancia, depuración de técnicas de acuerdo con nuestras realidades particulares y un mercadeo sin vergüenzas, en donde hasta las etiquetas de la botella nos representan como cultura, las consecuencias no se hicieron esperar.

Una vez que nuestros vinos dejaron de ser imitaciones de sus hermanos mayores, la crítica especializada pudo verlos desde una perspectiva objetiva sin referentes previos y comenzaron a cobrar no sólo personalidad, sino también un valor propio ganado en buena lid.

De acuerdo con las estadísticas de la Organización Internacional del Vino, órgano rector de su comercio internacional, en la década de los años ochenta los vinos del Nuevo Mundo representaban 1,7% del mercado mundial... ¡Hoy representan 21,4% y el crecimiento que se espera es arrollador, porque han pasado a ser los preferidos del mercado asiático!

El histórico mercado del vino en Europa tiembla aterrado desde hace un par de décadas y en este instante la Comunidad Europea se encuentra en frenéticas negociaciones para plantear reformas en sus políticas vitivinícolas.

En el contexto latinoamericano, Chile es el líder indiscutido con 138 viñas, una compañía que es la quinta a nivel mundial en ventas (Concha y Toro), un crecimiento sostenido anual de exportaciones de 30% en el último quinquenio y ventas anuales, en dólares, por el orden de 1 millardo.

¡Desde el vino, nuestro continente está poniendo al mundo a hablar en latinoamericano! Una experiencia claramente indicativa de lo que podemos lograr una vez que entendemos que la inserción en el mundo global pasa primero por entender valores propios." (vía el nacional)

viernes, 26 de septiembre de 2008

Torres Cabernet sauvignon Santa Digna 2004 Valle Central

Bodegas Torres nació en España pero ha venido expandiendo su know how a diferentes lugares del planeta como los Estados Unidos y Chile.

Y acá en Venezuela, desde hace relativamente poco, comenzó a llegar a los anaqueles este Santa Digna, un vino realmente para considerar al momento de una cena, de una velada con quesos o por las simples ganas de abrir un buen vino.

Se trata de un cabernet sauvignon de raza, interesante, delicado, estimulante. De esos vinos que, como le escuché alguna vez decir al patriarca del gigante Masi en Italia, invitan "a la filosofía".

Está lejos, muy lejos de las encarnaciones más modestas de la variedad, comenzando por su color, ahora sí, casi caoba oscura, hermoso, vibrante.

En nariz asaltan las frutas rojas maduras, jugosas, un perfume que permanece e impulsa a una y otra y otra aspiración.

Ya en boca es jugoso, de cuerpo medio hacia completo, aterciopelado, delicado pero varonil, un pequeño portento. Los taninos están domados, la fruta y la madera se combinan a la perfección. Hay estructura y complejidad.

Aparte, si le sumamos que este vino se puede adquirir en un Excelsior Gama sin mucha complicación, el entusiasmo puede multiplicarse. Muy recomendable como el Etiqueta negra de Tarapacá.

50 puntos base

5 color y apariencia general

15 aroma y bouquet

15 sabor y final

5 Calidad general

Total: 90 puntos

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Viña Doña Paula Cabernet sauvignon Los Cardos 2006

Viña Doña Paula es una parte importante de uno de los grupos económicos más importantes de Sudamérica, el Grupo Claro. Basado en Chile, el Grupo Claro invierte constantemente en países de la región, y sus ingresos consolidados suman
más de 2 mil millones de dólares (2001).

Los Cardos es un línea varietal sencilla, cuyo lema es "Vibrante. Amigable. Simplemente Argentina", elaborado con uva 100% Cabernet Sauvignon cultivada en Alto Ugarteche, Luján de Cuyo, Mendoza a una altura de 1.000 metros sobre el nivel del mar.

Éste es, consideramos, uno de esos vinos que generan reacciones encontradas porque es correcto y, de tanto serlo, ni desentona con defecto alguno, ni sobresale en ningún aspecto.

Tiene un hermoso color púrpura con destello brillantes y consistentes. En nariz es vivo con mucha fruta negra y algunas notas tostadas, directamente de la madera.

En boca tiene un ataque discreto, cuerpo medio, se siente un equilibrio razonable entre la madera y la fruta, hasta llegar a su final de mediano alcance. No hay mucho más que decir, sólo dejar claro que es un vino que, sin deslumbrar, difícilmente hace quedar mal,
aunque
, como nos pasó con el Merlot de Castillo de Molina, nos preguntamos si no hay mejores opciones por su precio.

50 puntos base

5 color y apariencia general

12 aroma y bouquet

13 sabor y final

4 Calidad general

Total: 84 puntos

lunes, 22 de septiembre de 2008

Illuminati Montepulciano d'Abruzzo Riparosso 2006

Desde 1890, Illuminati se dedica a extraer de Abruzzo las mejores uvas para diseñar su oferta de vinos que parte desde los más sencillos hasta el premiado Pieluni.

Este Riparosso es sin duda un salto adelante en comparación con el de Azienda Bosco Nestore que anteriormente, y con dedicatoria a Oscar Marcano, comentamos acá.

Se trata de un vino que, según nos contaba Franco Masi, de Distribuidora Di Masi, obtiene recurrentemente un premio en Europa por su excelente relación precio-valor, lo cual se pierde un poco al pagarlo al cambio venezolano -como comentamos con el Little Penguin australiano- pero ésa es otra historia, así que volvamos al Riparosso.

Se trata de un vino de marcado color rubí con tonos violáceos que recuerdan los malbecs argentinos. En nariz se presenta casi austero con un carácter frutal muy marcado, con esa característica que a veces se extraña en los vinos del Nuevo Mundo: transmisión de las peculiaridades del terroir, en lugar de corrección por manipulación en la bodega.

Su sabor es armónico, otra vez con cierto toque de austeridad, y lleno de frutas rojas, sobre todo cerezas. Su persistencia es media y ofrece en conjunto una opción perfecta para acompañar las comidas.

Se trata de una botella que puede, sin defraudar, ampliar el panorama de conocimiento de los vinos italianos. En Venezuela puede consultarse a sus distribuidores, Di Masi, al teléfono 0212-2377053 o al fax 0212-2341339.

50 puntos base

5 color y apariencia general

13 aroma y bouquet

14 sabor y final

5 Calidad general

Total: 87 puntos

sábado, 20 de septiembre de 2008

Bodegas Nieto Senetiner Pinot Noir Champagne Brut Nature Mendoza

Buscábamos una apertura para un Achaval Ferrer que íbamos a abrir. Nos paseamos -por cierto, en la vista del showcito de Licores Mundiales- por malbecs argentinos más modestos y por otras posibilidades, pero, de repente, mi madre decidió optar por este espumante de Nieto Senetiner.

Hay que considerar algo, la demanda mundial de champán ha subido tanto que ya se encuentra en proyecto una ampliación de la zona que puede producir vinos en este enclave francés para tratar de apaciguar la demanda. Por lo pronto, los precios seguiran subiendo, y seguirá abierta la posibilidad de explorar con otros espumantes.

Si bien nuestras experiencias con este tipo de vino argentino era buena, este Brut Nature fácilmente destaca del promedio.

En copa tiene un color hermoso que recuerda al salmón fresco, con burbuja persistente, fina y viva.

En nariz presenta leves toques de miga de pan y manzana, que tiene su correlato en un gusto jugoso con la manzana bien acentuada y la burbuja casi masticable, que nos hizo pensar en realizar una jornada donde conjugáramos este vino con el prosecco de Canella que probamos en la cata del Iesa.

Toda una experiencia para las celebraciones o como aperitivo de una buena comida.

50 puntos base

5 color y apariencia general

14 aroma y bouquet

15 sabor y final

5 Calidad general

Total: 89 puntos

jueves, 18 de septiembre de 2008

Cosecheros y Criadores (Familia Martínez Bujanda) Tempranillo Candidato 3 meses 2006 Vino de la tierra de Castilla

La Familia Martínez Bujanda, de la mano de Distribuidora Di Masi, pisa fuerte en el mercado nacional, en el rango de precios de argentinos y chilenos.

Y es que este Candidato 2006, por menos de 25 bs. f. (en Excelsior Gama), es verdaderamente una ganga.

Se trata de un Vino de la Tierra de Castilla, 100% Tempranillo, con 3 meses en barrica de roble Americano.

Tiene un color muy hermoso, rojo como la carne de res fresca, con algunos toques un tanto más oscuros. Luego viene una nariz frutal, con algunas flores rojas, fresca pero con una mínima complejidad -vainilla ligera- que viene de su paso por barrica.

En boca tiene un ataque delicioso, delicado, posiblemente por debajo de las expectativas de la nariz, pero con un cuerpo bien marcado. Su final es razonablemente largo y definido.

Se trata de un vino armónico al que posiblemente apenas le falte esos ribetes de intimidad y calidez que tienen los grandes vinos, pero bastante disfrutable. Y si sumanos el precio, éste es un verdadero best value, que recomendamos comparar con el Capitoso de Bodegas Altanza para irse haciendo un panorama de esta buena, reciente y accesible oferta española en el mercado.

En Venezuela puede consultarse a sus distribuidores, Di Masi, al teléfono 0212-2377053 o al fax 0212-2341339.


50 puntos base

5 color y apariencia general

15 aroma y bouquet

14 sabor y final

4 Calidad general

Total: 88 puntos

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Bodegas Altanza Tempranillo Capitoso Rioja 2006

Bodegas Altanza comienza su línea de vinos con este abreboca al resto de su oferta: un 100% tempranillo de Rioja, que vale la pena.

Nuestra amiga Mery Helen Fernandes, de Licores Mundiales, nos comentó, en la vida antes de la estupidez, que había probado este y le había parecido bueno como vino de diario, aunque le habían hablado maravillas del Reserva 2001 de la misma casa.

Siguiendo su sugerencia lo compramos y realmente hemos quedado impresionados. Aunque algunas personas en la red lo habían reseñado como un vino como un final algo áspero, realmente nos encontramos con un caldo marcadamente europeo, con esa cualidad casi perfecta de la uva apenas fermentada.

El color es rubí casi claro, cercano casi a los que da la variedad gamay a los beaujolais, cosa que, sinceramente, en un principio me decepcionó, porque tenía en mente el Monte Castrillo de Bodegas Peñalba López.

Ya servido es otra cosa, un aroma muy nítido a frutas rojas maduras, refrescante, que casi hace olvidar que se trata de una bebida con cierto contenido alcohólico. Después viene el ataque sutil, de taninos sedosos y ligeros, nuevamente la fruta madura y algunas trazas de especias. Tal vez lo único decepcionante sea el final, corto y anticlimático. Pero, en resumen, se trata de una buena opción, bastante equilibrada.

Por lo tanto, estamos de acuerdo con un minorista norteamericano, Beekman Wine & Liquors, que lo incluyó entre sus selecciones mensuales.

Por cierto, como curiosidad leemos en la página web de la bodega que se sienten orgullosos de su entrada al mercado venezolano porque para lograrlo tuvieron que sortear: "dos años de intenso papeleo y burocracia."
Ya compramos una botella del Reserva 2001 al que Robert Parker terminó dándole 90 puntos.

50 puntos base

4 color y apariencia general

15 aroma y bouquet

13 sabor y final

5 Calidad general

Total: 87 puntos

lunes, 15 de septiembre de 2008

Frescobaldi Sangiovese Pater 2006 Toscana Rosso

La elegancia es un valor intrínseco de un vino y, para bien o para mal, hay que pagar un poquito más para obtenerla. No es cuestión de la corrección de un vino, hay vinos decentes a precios razonables, pero ese paso más allá, ese impulso que hace pensar en otros paisajes, en otras dimensiones, parece reservado para algunos pocos vinos.

Frescobaldi tiene el toque. Toscana tiene el toque. Estos son vinos que realmente aportan algo diferente, que desarman con su presencia: son de las líneas más "austeras" -según palabras de Vladimir Viloria en su Guía de Vinos 2008- y aún así evidencian la diferencia.

Este Pater es un vino que tiene como particularidad la adición de barrica de roble esloveno, en lugar del tratamiento de acero que tienen varios de los vinos hechos con sangiovese. Tiene un bello color rubí y en la nariz tiene esos toques ligeros de especies y, sobre todo, frutas rojas.

En boca se presenta esplédido, jugoso, carnoso, refrescante, encantador.
Realmente para tener unas cuantas botellas para destapar en cualquier ocasión, pues es un vino que, por donde se le evalúe, es un gusto.

En Venezuela puede consultarse a sus distribuidores, Di Masi, al teléfono 0212-2377053 o al fax 0212-2341339.


50 puntos base

5 color y apariencia general

14 aroma y bouquet

14 sabor y final

5 Calidad general

Total: 88 puntos

sábado, 13 de septiembre de 2008

Un reclamo público a Licores Mundiales de Las Mercedes

Nadie -creo- puede dudar del entusiasmo que me genera la tienda de Licores Mundiales en las Mercedes. Sin embargo, hoy sucedió un asunto que no quiero -ni debo- dejar pasar debajo de la mesa, así que aprovecho esta tribuna para ventilarlo:

El día de hoy, sábado 13 de septiembre, una vez pagados los productos que decidí comprar, como desde hace casi dos años lo hago, en su sucursal de Las Mercedes, uno de los, según entiendo, dueños de la tienda, se me acerca, separándome de mi grupo familiar para increparme en los siguientes términos: "Para la próxima vez debes mejorar tu vestimenta".

Para el momento yo vestía con short y sandalias pues, si no estoy trabajando, no tengo problemas en vestirme de manera casual.

La cuestión es que al llamarme justo antes de tomar mi carro y después de comprar, en la puerta del establecimiento, delante de todos los clientes y de mi familia, además, con una indicación de carácter muy personal, impertinente y sin validez alguna –bien subjetivo sería mejorar la vestimenta propia de acuerdo con el criterio de un gerente de licorería-, se me causó, aparte de un tremendo disgusto, una humillación e irrespeto frente a mi familia y a los demás clientes que en ese momento se encontraban en la licorería.

Yo sé que desde hace un tiempo ustedes tienen una política de evitar las personas en atuendos playeros, sin embargo, anteriormente había podido ingresar sin mayores inconvenientes, cosa que atribuía a ser un consecuente cliente de la tienda.

Yo entiendo toda la parafernalia del “derecho de admisión” pero también sé, porque me gusta leer, porque he estudiado la historia, porque conozco los síntomas, lo que es la discriminación y no me gusta irme por las ramas, llamo las cosas por su nombre.

La actuación de hoy fue total y absolutamente en tono discriminador y realmente me conduelo de aquellas personas que, a diferencia de mí, literalmente no tengan otra ropa que ponerse y no puedan acercarse aunque sea un rato a mirar sus exhibiciones porque ustedes DISCRIMINAN de acuerdo con el tipo de ropa.

Y quiero dejar en claro que, en lo que a mí respecta con un simple “si no le gustan nuestras reglas, no vuelva” no se soluciona nada, con humildad pero con la moral bien en alto exijo, como persona, como venezolano y como cliente una explicación y una disculpa, además que sugeriría, humildemente, que capaciten a su personal para esos fines también.

Haré todo lo posible para hacer visible este comportamiento erróneo que han tenido conmigo de manera que se les impida repetirlo con nadie más.

Atentamente

Jesús Nieves Montero
Por cierto, revisando confirmo que la persona que hizo la "recomendación" es uno de los dueños de la tienda, Fernando Soto (el único hombre en la foto de la izquierda; el primero de izquierda a derecha en la foto derecha). Me alegro por él, espero que recuerde que la no discriminación forma parte de la parafernalia legal de esta equivocación de la Historia que, como decía Cabrujas, es Venezuela.

Imágenes de la cata en el IESA

Adicional a la reseña de la cata, incluimos ahora lás imágenes que capturamos.

Las botellas a degustar, predominantemente los Calina, porque el prosecco se estaba enfriando. El Achaval Ferrer se asoma tímido.




El Salón Sanchez del IESA dispuesto para la jornada.





Los pasapalos y más copas.



Las copas servidas. En esta mirada fotográfica puede apreciarse que había ciertos residuos en ella, cosa que en su momento Rossmary Torres advirtió, por lo que procedimos a limpiarlas con servilletas.




El prospecto con los productos de Veneto América.



Vista lateral del salón.







Rossmary en plena faena.

viernes, 12 de septiembre de 2008

Cata con la Asociación de Egresados del Master del IESA: Rossmary Torres con vinos de Italia, Chile y Argentina

Una amiga, Simi Albo, me reenvió la invitación que la Asociación de Egresados del Master del IESA había distribuido para una cata en el Salón Sánchez. Bastó que el texto del mail contuviera el logo de Achaval-Ferrer para no pensarlo mucho.

Se trató ayer de un evento más concentrado en el vino a diferencia de la cena con Oster, pero igual estupendamente organizado, por lo que agradecemos a Edwin Ojeda de ASE Master y a su equipo sus atenciones y lo felicitamos, al igual que a Rossmary Torres -a la derecha en la foto-, quien con un estilo diferente al de Maya García, pero con encanto, sinceridad y sin muchas complicaciones, nos presentó esta interesante degustación de parte del impresionante portafolio de Véneto América.

Ahora, sin más, las notas tomadas ayer en caliente sobre los vinos.

1)Canella Prosecco extra dry: tremenda apertura. Un hermoso color nácar -a diferencia de los amarillos y verdosos de la mayoría de los espumantes-, perfume de flores blancas y austeras burbujas preparan al paladar para su verdadera esencia: un gusto a manzana verde, con acidez moderada y con una diferencia peculiar en comparación con otros proseccos que habíamos probado -como el Santa Margherita- donde la nota predominante era la piña. Por cierto, Robert Parker y Wine Enthusiast no bajan a este vino de los 90 puntos.

50 puntos base

5 color y apariencia general

14 aroma y bouquet

14 sabor y final

6 Calidad general

Total: 89 puntos

2) Viña Calina Merlot Reserva 2006: Tal vez un vino con mala suerte en la noche. Fue servido muy frio y allí comenzaron los problemas con él. Pero, nada, creo que es más bien cuestión de gustos: es un vino estupendamente elaborado y, como resaltó Rossmary, la adición de 10% de Cabernet Sauvignon aporta complejidad, color, concentración y sabor. El asunto es que es demasiado concentrado y venía al mediodía de probar el Caliterra Carménère -del que ya hablaremos- y la astringencia pega.
Pero, para ser objetivos: color púrpura, hermoso y brillante; aroma con notas especiadas, sobre todo pimienta -que a veces opacaba la fruta- y en boca es carnoso, potente, con persistencia media, pero interesante. Para emociones fuertes y, citando otra vez a Rossmary: "perfecto con rissote de champiñones".

50 puntos base

5 color y apariencia general

15 aroma y bouquet

12 sabor y final

5 Calidad general

Total: 87 puntos

3)Viña Calina Cabernet Sauvignon Reserva 2006: éste sí es otro nivel. lo mejor del cabernet chileno con elegancia y garbo. Tiene un color rojo rubí como de piedra recién pulida, los aromas especiados, pero ahora sí con fruta roja, llenan la copa -bueno, aunque la copa era pequeña. En boca es carnoso, lleno, elegante, de cuerpo imponente y persistencia más allá de la frontera de la media. Muy buen cabernet que, según contaba Rossmary, está influenciado porque si bien es un varietal 100% la fruta se extrae de lugares diferentes de Chile, los valles de Colchagua y Maule.

50 puntos base

5 color y apariencia general

14 aroma y bouquet

14 sabor y final

5 Calidad general

Total: 88 puntos

4) Achaval-Ferrer Malbec 2005: no hay tanto que decir, tal vez, como comentábamos con David Khabbaze de Véneto América, un detallito mínimo en nariz, el cual, según cuenta David no es en todas las botellas. A pesar de esto sigue uno frente a un señor vino, de color violeta -"mancha la copa", diría Rossmary- con perfume de flores azules, algo de efluvios animales. Ya en boca es potente pero armónico, los taninos bastante amansados, disfrute hasta la última gota. Sólo podemos decir: nos preparamos para degustar el Quimera.

50 puntos base

5 color y apariencia general

15 aroma y bouquet

15 sabor y final

6 Calidad general

Total: 91 puntos

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Una noche especial cortesía de Oster: Victor Moreno y Maya García: cocina venezolana y vinos del mundo

En los últimos diez años he aprendido a desenvolverme más en dos aspectos relacionados con la gastronomía: he ampliado mi rango de respuesta en la cocina y he aprendido a discriminar lo que busco en un restaurante.

Lo primero me ha ayudado a romper con McDonald's y su larga lista de negocios relacionados, lo segundo es el norte innegociable con el que evalúo un lugar donde vaya a comer.

Y, en definitiva, en un restaurante busco sentirme en buena manos: sin sobresaltos, sin sorpresas desagradables. Como quien se monta en un avión y por lógica confía en el piloto y sabe que de no mediar una tragedia terrible va a llegar a su destino porque sí.

Ayer fue, entonces, una de esas noches de estar en buenas manos. A eso de las seis de la tarde, Mariby Pérez, una de nuestras aliadas estratégicas en términos laborales, me pregunta si la puedo acompañar a una degustación de Oster de Venezuela. Así, de lo más escueta la propuesta.

Sin embargo, como trabajo con Mariby en una agenda de vinos, pensé que Baco estaba de por medio y decidí acompañarla.

La cita fue en La Cuadra Gastronomía, en un espacio con ambiente lounge, donde comenzó todo. Servían prosecco Foss Marai -que a Venezuela trae Veneto América- y fue una apertura más que interesante.

Un perfume a manzana verde y la precisa acidez en boca resaltaron de forma inmediata, mientras por la pequeña sala pasaban bandejas con tequeños y papelón con pasta de ají dulce como acompañante.

Después de conversar un rato con Mariby y con la gente de Oster, ya daba casi por cerrado el evento cuando Elisa Sousa, gerente de mercadeo, nos invita a pasar a cenar.

Bajamos unas escaleras, llegamos a un comedor pequeño con la cocina integrada al mismo y entendimos el sentido de la reunión al ver las caras conocidas: Victor Moreno al mando de la cocina, y Maya García como sommelier tomaban el testigo: la velada prometía.

Ahora, sin más, vamos a los platos.

Entrada: "Vuelve a la vida" presentado con salsa de aguacate y crujientes de plátano. Vino: Establecimiento Juanicó Sauvignon Blanc/Sauvignon Gris Don Pascual 2006 (Uruguay)

El "Vuelve a la vida", muy ligado al concepto de Victor Moreno de explorar al máximo la comi
da venezolana: de hecho, la salsa que acompaña a los mariscos está hecha con ketchup, a la manera de los kiosqueros de playa.

El vino, muy interesante. Se trata de un a alternativa ligera, casi etérea, con perfume de frutas cítricas y en boca la alta acidez que suele acompañar a la savignon blanc está matizada por su versión gris (la composición es Sauvignon Blanc 85%. Sauvignon Gris 15%).

Se trató de una bebida que llevó perfectamente el plato, complementándolo e incluso balanceando el toque dulzón tanto de la ketchup como de la reducción de jugo de naranja de la salsa.


Principal: Lomo de cerdo confitado con salsa de guayaba, puré de batatas y crocante de cebolla. Vino: Achaval Ferrer Malbec 2005 (Mendoza, Argentina)

Desde que Victor Moreno comenzó a comentar el siguiente plato y las botellas apareciero, se lo comenté a Mariby: éste es un gran vino. De hecho, casualmente conversaba justo antes de salir con mi amiga Margaret López sobre las bondades de los vinos potentes y concentrados de Achaval Ferrer.
Y, sin duda, el cerdo estaba exquisito, la salsa, todo, pero la estrella fue el Achaval. Maya nos contó como ella junto con su equipo se habían dedicado a decantar y filtrar el vino, de manera que pudiéramos disfrutarlo debidamente oxigenado y sin los sedimentos que originalmente presentan las botellas de esta bodega/boutique argentina.

Tiene un color de piel de ciruela bien oscura y se aprecia consistente, continuo, sólido. Su nariz ofrece algunas notas de vainilla -de su paso de 10 meses por roble- pero sin opacar la fruta que está allí, oscura y latente.

Ya en boca es un vino carnoso, con bastante cuerpo, un sabor muy equilibrado que se aleja de las notas de tabaco y café y se acerca a las de cacao y algo de madera. Su final es largo y placentero y cada sorbo era como una forma de abstraerme de la situación social para convertirse en un deleite íntimo, particularísimo. Tremendo vino éste.

Postre: Bienmesabe. Vino: Barros Porto Tawny.

Ya Maya había comentado sobre la conveniencia de tomar bastante agua para compensar la ingesta de vinos. Pero una vez que Victor Moreno comenzó a comentarnos de su indiferencia por los postres, cómo en ellos se movía más por los sabores que por la presentación y aparecieron los bienmesabes, las pequeñas copas de porto llegaron al salon.

Le comentaba a la gente de Sírculo -con quienes tuvimos la reunión del sábado- acerca de nuestra decisión de no explorar tanto el mundo de los portos porque requeriría un presupuesto específico sólo para este tipo de vinos. Pero, por supuesto, somos grandes admiradores de ellos y disfrutamos cada vez que podemos compartirlos.

Este tawny de Barros permite algo así, como diría un norteamericano, un Porto 101, un curso introductorio sobre el vino. Tiene ese color de caoba rojiza y la nariz siempre me recordará a las frutas maceradas para hacer torta negra.

En boca es untuoso, con cuerpo y persistencia media que iba muy bien con el nivel de dulzor del bienmesabe, que, además, venía acompañado de una salsa de Porto.

Y así terminó la velada. En definitiva, una de esas experiencias enogastronómicas inolvidables. Gracias a Mariby, a Oster, a Victor, a Maya y a sus respectivos colaboradores.

lunes, 8 de septiembre de 2008

Viña Caliterra Cabernet sauvignon Reserva 2006

Cuando vamos a Licores mundiales de Las Mercedes procuramos hacerlo en la tarde, cuando nuestra amiga Mery Helen Fernandes está en su turno de trabajo, ya que podemos conversar con ella acerca del inventario de la tienda y discutir nuestros puntos de vista sobre diferentes cuestiones relativas al arte del vino.

Vimos llegar los vinos de Viña Caliterra a la licorería y los dejamos pasar. Después de un par de meses decidimos comprar uno: ya de salida Mery Helen nos comentó que no habría motivo para arrepentirnos: "los probé, son interesantes, no son varietales 100% sino que son un blend; aparte, son productos totalmente orgánicos y la relación entre la cepa y el lugar donde va a ser plantada está relacionado con expresiones naturales como el ciclo de la luna".

Con esta información nos enfrentamos al vino para darle una vez más la razón a Mery: esta mezcla de 76% Cabernet Sauvignon, 21% Sangiovese y 3% Shiraz conforma un caldo memorable para los almuerzos diarios.

Tiene un color rubí brillante, resplandeciente que promete grandes cosas. Ya oxigenado comienza a desprender algunas evidencias de su paso por roble: algo de vainilla y, sobre todo, la madera propiamente dicha, tanto como su fruta roja madura.

En boca es elegante, sobrio, equilibrado, de cuerpo medio, con un gusto que confirma las frutas rojas -¿frambuesas?- y un final corto pero suficiente.

Lástima que hemos visto que en Licores mundiales se están acabando las botellas y no han repuesto el inventario pero, mientras dure, es una tremenda alternativa a marcas más populares y por un precio menor (alrededor de 37 bs. f.).

50 puntos base

5 color y apariencia general

14 aroma y bouquet

11 sabor y final

5 Calidad general

Total: 86 puntos

sábado, 6 de septiembre de 2008

Viña San Pedro Merlot Castillo de Molina 2006 Valle de Lontué

Una de las cuestiones que gente del vino con quienes he conversado siempre me recuerdan es el poder de éste para convertirse en un elemento de afecto y cercanía entre las personas. A diferencia de otros licores que parecen invitar de manera rápida a la embriaguez y al disfrute solitario, el vino ofrece un entusiasmo moderado y paulatino, a la par que estimula la conversación y el intercambio.


Hoy, cortesía de Carlos Carmona, y durante una reunión del grupo de lectura Sírculo, degustamos esta botella que, aunque es difícil creer, es producto de la misma bodega que hace el Gato Negro: Viña San Pedro.

Mientras conversábamos sobre El Gran Gatsby, la tremenda novela de F. Scott Fitzgerald, junto con Ingrid Melizán y Salvador Fleján, fuimos degustando -sobre todo Carlos y yo- este merlot que debe ser tomado en cuenta al momento de elegir un vino de diario.

Tiene un color rojo brillante -caoba, diría Carlos- que comienza a prever el 10% de cabernet sauvignon que tiene en su composición. Su nariz es de frutas rojas, aunque por momentos el componente alcohólico
parece demasiado marcado, antes de dar paso a toques ahumados, propios del paso por madera.

En boca hay fresas y frambuesas, cuerpo medio y un final modesto, pero agradable.

Si se toma en cuenta que lo disfrutamos conversando de literatura, creo que se lleva algunos puntos extra.

50 puntos base

4 color y apariencia general

13 aroma y bouquet

13 sabor y final

5 Calidad general

Total: 85 puntos

viernes, 5 de septiembre de 2008

Viña Valdivieso Cabernet franc Reserva 1999

Un momento, no estamos locos: las botellas de este vino, al menos las que hemos encontrado en la Celicor de altamira están, sin duda, a punto de ser vinagre pero eso no lo invalida como un vino interesante...

La aventura comienza porque los corchos están casi secos, así que hay que tener manos de neurocirujano para extraerlo: de hecho, un par de veces fue desastrosa nuestra experiencia y terminamos teniendo que colar el vino para deshacernos de los fragmentos más grandes.

Una vez superado el escollo comienza la verdadera diversión: este caldo de Viña Valdivieso presenta un color evolucionado que encontramos interesante de observar, como lo dijimos al reseñar brevemente el Chateaux Vieux y el Montchenot de Bodegas López durante nuestra visita al Vino toma Caracas 2008.

Se trata, entonces, de un color teja que, todavía y, pese al corcho, no se muestra turbio.
En nariz hay ciertos problemas, sin embargo, bajo capas rústicas se siente la fruta. En boca hay algunos recuerdos de lo que debía ser este vino bien conservado: un sabor que evoca la mermerlada de fresas.

En fin, todavían quedan algunas botellas y es toda una curiosidad y en ese espíritu lo recomendamos.

50 puntos base

3 color y apariencia general

8 aroma y bouquet

7 sabor y final

3 Calidad general

Total: 71 puntos

jueves, 4 de septiembre de 2008

Yellow Tail Shiraz 2006

Otro vino de las tierras bajas de Men at work. La aproximación es parecida a la del pequeño pingüino: etiqueta llamativa, página web de los productores simpática, vino promedio.

Sin embargo, a nosotros nos terminó gustando más éste. Gary Vaynerchuck  utiliza el término Yellow tail como un calificativo casi peyorativo para hablar de vinos sin muchas pretensiones que compite, básicamente, por su precio (algo así como cuando Simon Cowell en American Idol juzga la actuación de uno de sus concursantes como karaoke o cabaret).

Sin embargo, en medio de estas condiciones, el shiraz 2006 fue una experiencia agrdable, con el tanino muy delicado, con los aromas de especias y vainilla y un final moderado, superior a la experiencia que tuvimos con el Little Penguin.

En cualquier caso, Australia cuyos vinos son interesantes de explorar y esperemos a ver si llega esta etiqueta a Venezuela.

50 puntos base

4 color y apariencia general

11 aroma y bouquet

9 sabor y final

5 Calidad general

Total: 79 puntos

Un bono: para explicar la etiqueta que tenemos para los vinos australianos, acá está Men at work y su video de Land down under.


miércoles, 3 de septiembre de 2008

Viña Concha y Toro Merlot Frontera 2007

Concha y Toro demuestra, botella a botella, que sabe hacer vinos. Tal como comentaba Marina Beltrame en el curso de maridaje, no es tanto cuestión de vinos buenos o malos sino más bien de logros según el rango de precios.

Frontera es el comienzo de la escalera que termina con Don Melchor o Carmín de Peumo, pero no es un eslabón vacilante sino un primer paso firme en sus diferentes versiones.

Este merlot, que utilizamos para acompañar unos philly cheesesteakes sandwiches que hicimos, realmente nos ha sorprendido. Su color es rubí vivo, brillante. En nariz se presenta frutal y, sobre todo, comienza una característica que lo marca: es un tanto dulzón, lo que lo hace juvenil, jovial.

En boca aparecen esos taninos suaves y dulces, cuerpo y persistencia media, y algunas notas de cacao y ciruela.

Una alternativa económica y dócil para acompañar diferentes platos o para rescatar el casi perdido arte de la conversación.

50 puntos base

4 color y apariencia general

10 aroma y bouquet

10 sabor y final

5 Calidad general

Total: 79 puntos
Dato curioso: posteamos esto desde la sala de espera del centro de servicios Chevyexpress de Autocentro M.D.S., C.A., en la avenida Rómulo Gallegos, que tienen -posiblemente para compensar por los altísimos precios del servicio- un televisor con Directv y esta computadora con conexión a la red.

martes, 2 de septiembre de 2008

Viña Valdivieso Cabernet Sauvignon Reserva 2005

El equilibro, lo hemos dicho, puede llegar a ser todo en un vino, sobre todo en aquellos caldos donde la reciedumbre rápidamente se puede convertir en brusquedad, como los cabernets chilenos.



Es por eso que nos gusta tanto el ejemplar de la línea reserva de Viña Valdivieso. Se trata de un vino con alto contenido alcohólico, 14°. Sin embargo, después de observar su color marcadamente rojo y se una primera impresión en nariz donde el alcohol parece opacar la fruta, comienza a desarrollarse la razón de ser de este vino, en palabras de los enólogos: "demostrar las características que hacen que el Cabernet Sauvignon chileno sea tan excelente: fruta dulce y madura, con mucho
cuerpo y estructura y muy accesible."

Ya en boca todo comienza a ser armónico, su volumen, su estructura, su fruta, los toques de mentolado y especias y su final punzante.

Realmente una experiencia repetible y una apuesta segura para un almuerzo de cierta distinción.

50 puntos base

5 color y apariencia general

13 aroma y bouquet

14 sabor y final

5 Calidad general

Total: 87 puntos