sábado, 13 de septiembre de 2008

Un reclamo público a Licores Mundiales de Las Mercedes

Nadie -creo- puede dudar del entusiasmo que me genera la tienda de Licores Mundiales en las Mercedes. Sin embargo, hoy sucedió un asunto que no quiero -ni debo- dejar pasar debajo de la mesa, así que aprovecho esta tribuna para ventilarlo:

El día de hoy, sábado 13 de septiembre, una vez pagados los productos que decidí comprar, como desde hace casi dos años lo hago, en su sucursal de Las Mercedes, uno de los, según entiendo, dueños de la tienda, se me acerca, separándome de mi grupo familiar para increparme en los siguientes términos: "Para la próxima vez debes mejorar tu vestimenta".

Para el momento yo vestía con short y sandalias pues, si no estoy trabajando, no tengo problemas en vestirme de manera casual.

La cuestión es que al llamarme justo antes de tomar mi carro y después de comprar, en la puerta del establecimiento, delante de todos los clientes y de mi familia, además, con una indicación de carácter muy personal, impertinente y sin validez alguna –bien subjetivo sería mejorar la vestimenta propia de acuerdo con el criterio de un gerente de licorería-, se me causó, aparte de un tremendo disgusto, una humillación e irrespeto frente a mi familia y a los demás clientes que en ese momento se encontraban en la licorería.

Yo sé que desde hace un tiempo ustedes tienen una política de evitar las personas en atuendos playeros, sin embargo, anteriormente había podido ingresar sin mayores inconvenientes, cosa que atribuía a ser un consecuente cliente de la tienda.

Yo entiendo toda la parafernalia del “derecho de admisión” pero también sé, porque me gusta leer, porque he estudiado la historia, porque conozco los síntomas, lo que es la discriminación y no me gusta irme por las ramas, llamo las cosas por su nombre.

La actuación de hoy fue total y absolutamente en tono discriminador y realmente me conduelo de aquellas personas que, a diferencia de mí, literalmente no tengan otra ropa que ponerse y no puedan acercarse aunque sea un rato a mirar sus exhibiciones porque ustedes DISCRIMINAN de acuerdo con el tipo de ropa.

Y quiero dejar en claro que, en lo que a mí respecta con un simple “si no le gustan nuestras reglas, no vuelva” no se soluciona nada, con humildad pero con la moral bien en alto exijo, como persona, como venezolano y como cliente una explicación y una disculpa, además que sugeriría, humildemente, que capaciten a su personal para esos fines también.

Haré todo lo posible para hacer visible este comportamiento erróneo que han tenido conmigo de manera que se les impida repetirlo con nadie más.

Atentamente

Jesús Nieves Montero
Por cierto, revisando confirmo que la persona que hizo la "recomendación" es uno de los dueños de la tienda, Fernando Soto (el único hombre en la foto de la izquierda; el primero de izquierda a derecha en la foto derecha). Me alegro por él, espero que recuerde que la no discriminación forma parte de la parafernalia legal de esta equivocación de la Historia que, como decía Cabrujas, es Venezuela.

2 comentarios:

Karina Pugh Briceño dijo...

Qué verguenza, Jesús.. Qué verguenza pasó este hombre!!!

Delatar su absoluta falta de cultura, su completa marginalidad intelectual, su ausencia de mundo... Tal vez ser dueño de Licores Mundiales no le haya dado suficientes recursos como para viajar a Europa, donde, en verano, TODO EL MUNDO anda en ropa fresca, o a Sudáfrica, donde la gente va a trabajar en cholas por el calor. Tal vez crea que tener una tienda de licores en el trópico sea suficiente para exijirle a sus CLIENTES traje formal.

Pero lo peor, lo más deleznable, es haberlo hecho, en primer lugar, delante de tu familia y clientes, y luego, con ese tono de superioridad que debe haberlo cultivado muy bien para disimular su carencia de inteligencia.

Estoy molestísima, suelo comprar vinos en Licores Mundiales, pero ésto basta para declararme ex-clienta-ofendida.

Que tragedia nuestra endodiscriminación, que tragedia que este sea un país donde hasta hace tan sólo 50 años todos pertenecíamos a la vida rural y ahora querramos ser más papistas que el papa, más chic que Cocó Chanel, más elegantes que Armani.

Es curioso... Si hubiera llegado un narcotraficante-extorsionador-asesino elegantísimo, lo atienden como si fuera de la realeza.

Mi completa solidaridad, amigo.

Gustavo Valle dijo...

Qué indignación mi pana, dale duro a ese mequetefre.
Abrazo