La champaña se ha quedado sin burbujas.
Los productores de champaña acordaron recoger 32% menos de uvas este año, lo cual dejará que miles de millones de frutos se pudran en el suelo. Con esto, su objetivo es contrarrestar el declive de las ventas del vino espumoso en todo el mundo como consecuencia de la recesión económica.
El resultado de esta disminución en la vendimia (recolección de las uvas) será un recorte de 44% en la producción de botellas de este año. Hasta ahora, representa una de las señales más signifi cativas de cómo el menor consumo está afectando a este segmento del mercado de bienes de lujo. Los cultivadores y embotelladores de la región de Champaña, en Francia, no han reducido de manera importante la vendimia desde 1995, cuando se intentó limitar una cosecha inusualmente grande.
Se pronostica que las ventas globales de champaña se precipiten este año a 260 millones de botellas frente a su máximo de 339 millones en 2007. Las ventas entraron en un bache en 2008 a medida que se expandía la recesión, registrando su primer declive, a 322 millones de botellas, desde 2000.
Como resultado, compañías como LVMH Moët Hennessy Louis Vuitton, el mayor fabricante de champaña del mundo, han estado presionando para reducir las reservas globales de la bebida en vez de tener que evacuar sus bodegas repletas de botellas a precios de remate. La institución que supervisa la industria, el Comité Interprofessionel du Vin de Champagne, calcula que hay más de 1.200 millones de botellas en bodegas esperando a ser vendidas.
Sin embargo, la iniciativa es controvertida. Hasta hace apenas un año, el gobierno francés planeaba expandir las tierras para cultivo en Champaña, la única región del mundo donde se puede utilizar ese nombre, debido a que se esperaba que la demanda creciera.
Agricultores independientes de la región de Champaña suministran 90% de la fruta que necesitan los embotelladores.
La vendimia de este año empieza en las próximas dos semanas.
Según la decisión que ha tomado la asociación de Champaña, el volumen de uvas que pueden recogerse este año será de 9.700 kilogramos por hectárea de tierra, frente a los 14.200 kilogramos por hectárea autorizados el año pasado.
Esto representa un recorte de 32% en la cosecha. También por primera vez, sólo 82% de las uvas recogidas serán embotelladas este año; el resto reposará en barriles al menos durante otro año hasta que se estabilicen las ventas.
El volumen de las vendimias es fi jado cada año por un comité formado por representantes de los agricultores de la vid y las embotelladoras.
"A todos nos ha afectado" la crisis, dice Jean-Marie Barillère, director de Champaña para LVMH. "Cuando las ventas cayeron más de 20% por debajo de las proyecciones, teníamos un exceso de reservas". LVMH, que controla marcas como Moët et Chandon y Veuve Clicquot, dijo que las ventas del primer semestre de sus vinos y champañas descendieron a 458 millones de euros (US$655 millones), 28% menos que en el mismo lapso de 2008.
En las últimas semanas, LVMH y otros productores solicitaron un recorte de 50% en el volumen de la vendimia de este año. Sin embargo, los agricultores independientes se opusieron rotundamente. Los cultivadores dicen que están resentidos por las dificultades causadas por lo que consideran expectativas de ventas demasiado ambiciosas de los productores de champaña. (via el nacional)
jueves, 3 de septiembre de 2009
Champagne en crisis: artículo de Wall Street Journal Américas
Publicado por Jesús Nieves Montero en 8:33
Etiquetas: Champagne, Curiosidades, negocio del vino, Polémicas
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario